Burbujas carmesí y espirales de latón brillante circundaban
los contornos de su esbelto y pétreo cuerpo mientras sus afilados ojos
se clavaban en los dulcísimos míos
y me susurró como una serpiente: "te amo, como nunca amé, como nunca amaré,
como a mi esposa,como a mi hermana, como a la verde savia de mis venas,
como a mi complejo sistema nervioso central, como a los jugos de estos potentes
huesos que son tuyos, mi reina"
Al punto, nuestras miradas se hicieron indistinguibles y nos convertimos
en un único árbol.
2 comentarios:
¡es precioso, gracias!!!!!! :)))))******************************
gracias por ser tan cool! aúpa esa brujilla con la olla a tope!!
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