Taller de caligrafía en Medinaceli, Soria. 2005. |
<<¿Qué piensas de este trazo, qué sabor te deja?>> Yo expresaba mi opinión y él aprobaba o no. Así, con frecuencia, me pasaba varias horas buscando la secreta inspiración de las obras. Resultaba largo y fatigoso, pero me enseñó muchísimo y me ayudó enormemente cuando acometí los ejercicios posteriores. Adquirí una intuición aguda, muy elaborada, de la sustancia y la esencia de una pincelada. Afortunadamente, nuestras sesiones incluían el ritual del té, momento en que sacaba su tarro de miel para endulzar el agua caliente, lo que constituía un auténtico lujo; el esparcimiento consistía en charlar un rato con los pájaros.
Fabienne Verdier. Pasajera del Silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario